
¿Cómo afectará el Covid-19 al mundo de la moda? Sin pasarelas, saraos ni eventos culturales los entusiastas de la moda luchan desesperadamente por la más exclusiva ropa de andar por casa, el luxury casual style – como una salida a la creatividad. Las redes sociales de tendencia han dado paso de las propuestas de anfitriona e invitada ideal a las propuestas #stayhome y de un estilo más urbano, cómodo e informal. Pero, ¿Qué pasará con la moda cuando la pandemia quede atrás?
Es necesario una crisis para producir un cambio, un giro radical y la moda no es una excepción. Algunos de los mejores diseños nacieron de la lucha. Coco Chanel creó piezas de alta costura para mujeres a partir de telas forrajeadas cuando los materiales eran escasos durante el período de la Primera Guerra Mundial, como la ropa interior de jersey para hombres. Esto llevó a un gran cambio en la forma de vestir de la mujer, que pasó de llevar corsés sobrios a lucir una vestimenta cómoda. Chanel se convirtió en la marca innovadora para mujeres vencedoras.
Del mismo modo, la crisis en la que nos encontramos ahora indudablemente iniciará un cambio en la forma en que interpretamos la moda. Al igual que el efecto de las guerras mundiales y las pandemias pasadas, nosotros también tendremos que centrarnos en la calidad versus la cantidad, en la práctico y útil sobre lo vanidoso.
El debate está abierto. Hay quien piensa que debemos de tomar nota de esta crisis que atravesamos y debemos tomarla como una llamada de atención tanto como consumidores como a la industria en general. Una llamada a la acción para que la industria de la moda desacelere y se aleje de la producción en masa y cambie de dirección… Pensar más en los conceptos del LOW STYLE, apostar por la ecología, la calidad, lo singular…
Otros piensan que después de toda crisis viene un resurgir, el EMPODERAMIENTO. Tras la recesión llegan las celebraciones. En estos momentos sufrimos nuestros problemas aislados, llorando tristes noticias… pero las ansias de recuperar nuestra libertad y normalidad una vez que todo esto haya acabado también podría ser paralela a la de crisis pasadas… La vida será una explosión tecnicolor de calles bulliciosas, fiestas, eventos culturales…
En este sentido puede producirse un sentido de urgencia para aprovechar al máximo nuestra salud, libertad, vitalidad y, con suerte, nuestro planeta, con una imagen inferior en nuestra lista de prioridades. Por lo tanto, es posible que deseemos artículos duraderos y fáciles de usar que nos ayuden a atravesar una cadena cíclica de eventos: no desperdiciaremos un tiempo precioso preocupándose por un vestido cruzado endeble.
Lo que está claro es que nada será igual de forma inminente… Ya hemos visto numerosos cierres de tiendas globales, caídas en los precios de las acciones, desfiles de moda cancelados y eventos aplazados. Se producirá una gran reestructuración, reiniciando toda la industria. Para mantenerse a flote, las marcas deberán ser creativas y sostenibles. Eso nos deja a nosotros y a nuestra propia creatividad, acunada por la denominada "cabin fever". Cuando se desmantela el tablero de reglas, todo vale. La moda podría volver a su belleza básica, una expresión de individualidad. Y en el proceso, podemos esperar a que nuestra Tierra sane un poco más.